Maxie Smith (aka Max Romeo, Kingston, 1947) es uno de los vocalistas más respetados del reggae. Pocos cantantes han sabido armonizar con tanta habilidad el fervor religioso del gospel, el desgarro del soul y los lamentos de la gente del ghetto.
Desde sus inicios a finales de los sesenta, ha publicado alrededor de diecisiete álbumes pero tan sólo por uno de sus tempranos éxitos, “Wet Dream”, merece figurar en letras de oro entre los artistas que han popularizado la música jamaicana en el mundo.
Pese a ser vetada en las emisoras radiofónicas jamaicanas y británicas por su contenido erótico, “Wet Dream” (en realidad un tema de contenido “social”), irrumpió con fuerza en el Reino Unido, convirtiendo a Maxie en la primera estrella de reggae, una música que por entonces era adoptada por el potente movimiento skinhead, un movimiento proletario de los sesenta cuya estética es hoy, por desgracia, un símbolo nefasto y alejado de sus planteamientos iniciales.
En un sólo año completa y edita desde UK sus dos primeros álbumes, logrando impactos más moderados con “Mini Skirt Vision” o “Let The Power Fall”, un himno de connotaciones políticas grabado con motivo de las elecciones jamaicanas de 1972. Durante la primera mitad de los setenta, Maxie se mantine, aún sin conseguir grandes éxitos en las listas, con temas como “Eating Competition” o “Sixpence” que le convierten en uno de los cantantes jamaicanos que mejor reflejan la dura vida del ghetto.
En 1972 empieza su relación con los grandes productores de entonces, Lee Perry y Winston “Niney The Observer” Holness, junto a quienes graba algunos de sus temas más recordados: “Babylon Burning”, “Three Blind Mice” o “The Coming Of Jah”.
A mediados de la década, graba sus dos discos más cruciales, “Revelation Time” (1975) y “War Inna Babylon” (1976), éste último su trabajo más conocido internacionalmente con producción de Lee “Scratch” Perry.
Este disco en Island, le da ánimo para romper de malas maneras con Lee Perry (y, en general, con el negocio musical jamaicano) y lanzarse a una carrera en circuitos internacionales de la mano de Keith Richards, que le promocionó en una extensa gira mundial y produjo y colaboró en el decepcionante “I Love My Music”.
Consciente de que perdía su público más fiel, Max Romeo enderezó su carrera con el notable “Reconstruction”. Durante los ochenta se traslada a EEUU y graba junto al productor Bullwackie interesantes sencillos que no recibirán el suficiente reconocimiento. En los noventa, sin embargo, ha regresado de manera triunfal: primero de la mano del productor, cantante y operador de sound system británico Jah Shaka, con quien graba en 1992 “FarI Captain Of My Ship”.
Regresaba por la puerta grande a través de lo más vanguardista del reggae de esta pasada época, consiguiendo gran éxito en Francia y Alemania. 1998 fue otro año decisivo en el regreso de Maxie al candelero con el extraordinario álbum “Selassie I Forever” producido por los nuevos gemelos del ritmo Mafia & Fluxy…