Con maestría, ingenio y cierto sarcasmo, las letras de Claim intentan huir de versos demasiado trascendentes y buscan centrar el foco en los actos más comunes, en las situaciones del día a día, o en momentos por los que todos hemos pasado alguna vez. Una manera de afrontar las canciones que provoca la reflexión profunda en el oyente según hayan sido sus experiencias. Un juego interesante sobre el entorno más cotidiano y los dobles sentidos, que le gusta practicar a esta banda de indie pop rock, cuyos componentes viven a caballo entre Madrid, Murcia y Castellón.
Sofá Paraíso (Son Buenos, 2018), intenta ser un retrato de actualidad. No hay un juicio crítico, un veredicto o una conclusión debido precisamente al torbellino en el cual nos vemos inmersos constantemente. Un sabor agridulce que contrarresta con el buen rollo de los componentes de Claim (Adrián Riquelme, Ramón Gómez, Juandi Pascual y Gonzalo Magaña), que trabajan ritmos, melodías y tonalidades que invitan a bailar y a pasarlo bien, con una voz, la de Adrián, casi siempre grave, que ya es su seña de identidad y con coros que ayudan a armonizar en los momentos clave del mensaje.
Un disco con una producción más trabajada que su anterior Barbados (2015), editado y que tras agotar mil ejemplares en venta directa, se vuelve a publicar en segunda edición por Son Buenos. En Sofá Paraíso hay mayor carga de programaciones, sintetizadores y sonidos de percusión, que han sido concebidos con cariño y esfuerzo. Las guitarras, sin embargo, siguen teniendo el mismo protagonismo que en canciones anteriores, llenas de riffs juguetones y ritmos entrecortados. Destacan, además, las líneas de bajo, mucho más contundentes y dibujadas. Las baterías se presentan más orgánicas, a veces, siguiendo un poco la linea del Barbados (“Volver”, “Tú lo entenderás” o “Río”), y más rectas combinadas con sonidos electrónicos en otras, (“Corre Salvaje”, “Sofá Paraíso” o “Fuerte”). Con todo, no se ha dejado de lado ese sonido tropical que los ha caracterizado estos años, con sonidos tribales y ritmos dembow.